Hicimos la variante Viena-Budapest y fue una muy buena experiencia. En general, la ruta transcurre por caminos bien asfaltados, sin desniveles y paralela al río Danubio, atravesando paisajes verdaderamente bonitos. De forma puntual, encuentras caminos de gravilla, tierra y/o barro si llueve, es bueno tenerlo en cuenta. Las etapas de mayor kilometraje obligan a estar "un poquito" en forma y tener ganas de bici, bueno recordarlo también ;-)Los hoteles, muy buenos y varios de ellos con opciones como jacuzzi o piscinas termales, cosa siempre agradable y más después de un buen esfuerzo físico. Una excepción negativa: el hotel Matyas en Budapest. Personalmente, recomendaría evitarlo. Higiene muy justita y personal, especialmente desagradable, su única virtud es que es bastante céntrico. En caso de poder, estoy seguro de que sería mejor cualquier otra opción. Como conclusión y para resumir, repetiría sin dudarlo, si eres aficionado a la bici y disfrutas haciendo turismo, sin duda una gran opción.