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El mar en el Camino de Santiago tiene un gran protagonismo, aunque no todos los recorridos se acercan a la costa. En este artículo vamos a mostrarte las mejores opciones para que disfrutes de los paisajes únicos que es capaz de ofrecerte, el océano Atlántico y el mar Cantábrico.
Camino Portugués de la Costa
Esta ruta parte de la ciudad de Oporto y recorre algunas de las poblaciones más bellas del noroeste de Portugal. Los primeros kilómetros transcurren por espesos bosques y la vegetación te acompaña en todo momento. Después, el trayecto continúa hasta Viana do Castelo y cruza la frontera con España en la localidad de A Guarda. A tu lado, te acompañará en todo momento el mar en el Camino de Santiago.
El Camino Portugués por la Costa atraviesa toda la provincia de Pontevedra y tiene una longitud total, por territorio gallego, de 163 km. Una de las principales características de estos senderos es que apenas tienen desnivel, ya que siempre se mantienen cerca del Atlántico. Tras llegar a Vigo, se bordea la mayor parte de la ría hasta atravesar el puente romano de Ponte Sampaio. A partir de aquí, la travesía se adentra en el interior hasta terminar en la ciudad de Santiago.
El Camino del Norte
Los impresionantes paisajes en el Camino de Santiago alcanzan su máximo esplendor en este itinerario que se inicia en la localidad vasca de Irún. Al contrario que el Camino Francés, que pasa por la parte interior, el del Norte se mantiene en todo momento junto al Cantábrico. La afluencia de peregrinos por esta vía no es tan habitual, pero si te animas a disfrutar de la experiencia, te encontrarás con lugares únicos que merecen, y mucho, la pena ver.
Entre los sitios más interesantes que atraviesa esta vía está la ciudad de San Sebastián. También bordea la ría de Bilbao y se adentra en Cantabria pasando por Castro Urdiales. Santander es otra de las paradas obligatorias en las que muchas personas aprovechan para reponerse del cansancio con un refrescante baño en la playa del Sardinero.
El Camino del Norte continúa junto al Cantábrico hasta llegar al municipio lucense de Ribadeo. Desde este punto, el viaje prosigue por el interior de Galicia hasta la Catedral de Santiago.
El Camino Inglés
Este recorrido recibe su nombre de los peregrinos procedentes de las islas británicas que hacían el Camino de Santiago por mar hasta el puerto de A Coruña o al de Ferrol. Por lo tanto, este trazado comienza muy cerca de la meta final. De hecho, está compuesto por solamente cuatro etapas si sales desde Coruña o de cinco si lo haces desde Ferrol. En total, el trazado tiene unos 120 km.
Desde Ferrol, podrás adentrarte en la faceta más militar de Galicia. Desde A Coruña, podrás conocer la modernidad del norte de España. Entre ellas existen diferentes puertos pesqueros, villas marineras y playas como la de la playa de la Magdalena en Pontedeume.
A lo largo de los senderos que forman este itinerario no te encontrarás con demasiadas personas. Se trata de una alternativa poco transitada, incluso durante los meses de verano. Así pues, resulta ideal si lo que necesitas es desconectar de tu vida diaria y quieres viajar con tranquilidad.
La Ruta del Mar de Arousa y río Ulla
El único itinerario del Camino que transita de forma oficial por el mar es este. Empieza en la localidad de Vilagarcía de Arousa y atraviesa toda la costa hasta adentrarse en el río Ulla a la altura del municipio de Catoira. Una vez se llega al recorrido fluvial, los bosques tomarán protagonismo para convertirse en tu mejor acompañante. Las vistas son, sin duda, espectaculares. ¡Te dejarán sin palabras!
Pontecesures pone punto y final al trayecto en barco. Desde este punto, continuarás a pie hasta llegar a Santiago de Compostela. El viaje por este trayecto se hace muy corto y lo puedes cubrir en tan solo dos jornadas, ya que la distancia a pie es de unos escasos 30 km.
Termina el Camino de Santiago frente al mar
Desde hace siglos, muchos peregrinos han llevado a cabo lo que se conoce como Camino de Fisterra y Muxía. Llevados por la necesidad de conocer qué hay más allá de los confines del mundo, seguían el rumbo del sol para llegar hasta el cabo de Finisterre. Hoy en día, esta ruta sigue teniendo un encanto especial y es un excelente punto y final para culminar tu aventura después de llegar hasta Santiago. Así, podrás despedirte del Camino con una puesta de sol que recordarás para siempre frente al océano Atlántico.
Como ves, las diferentes rutas que te permitirán disfrutar del mar en el Camino de Santiago tienen un elemento en común. En todas ellas, experimentarás en primera persona una peregrinación en la que el sonido de las olas tendrá un gran protagonismo.
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